En el 2015 Construimos un horno de leña para cerámica.  Para definir el diseño, estudie el libro “hornos para Ceramistas” de Daniel Rhodes. Estaba buscando un modelo de horno hecho en arcilla modelado a mano, pero no lo encontré. Lo mas cercano fue un horno hecho en ladrillos cocidos. En internet También busque bastante pero tampoco encontré hornos hechos en arcilla cruda. Finalmente consulte a mi amigo Ruben Reyes, tremendo bricoleur, quien nos ayudo a hacer Casa Biyuka en el 2006. Con el quedamos en un diseño donde básicamente utilice las mismas dimensiones y forma exacta que el horno de ladrillo del libro pero construido a mano. Ruben sugirió que nuestra arcilla lleve melaza de panela (cana de azúcar), mucha paja, arena  y hacer una capa interna con una mezcla de ladrillo refractario molido. El ladrillo refractario aguanta mas altas temperaturas que el ladrillo rojo normal…

Con Daudy, quien trabajaba con nosotros entonces y quien se volvió “el experto de la quema en horno” y algunos queridos voluntarios se construyo el horno.

En las anteriores imágenes se puede observar el esbozo que hicimos para horno. Fue muy importante copiar las mismas dimensiones que las del horno del libro, especialmente entre el interior donde se ubican las piezas; el fuelle y la chimenea. En la segunda imagen se ve los materiales que utilizamos…arcilla normal, arcilla mas roja, arena y la melaza. La tercera foto evidencia las fundaciones que hicimos para evitar que se humedezca por capilaridad. Los tres voluntarios ayudaron haciendo bolitas amasadas del material para construir el horno. Finalmente, Daudy aplicaba la ultima capa interna de aproximadamente 2 cm que consistía de la misma mescla, pero con además ladrillo refractario molido. Esto para garantizar que el horno aguante las altas temperaturas sin rajarse.

Ya una vez terminado el horno se llena el horno con cuidado por la puerta que luego se tapa con ladrillo refractario y arcilla cruda para sellar las salidas de aire. Se deja un espacio para que se pueda colocar el pirómetro y así controlar la subida del calor que debe hacerse muy lentamente. Como pueden observar, al comienzo se poner el fuego afuera del horno y poco a poco se va entrando por el fuelle hasta lograr el calor máximo.

Ya cuando estamos seguros que toda el agua ha sido evaporada del horno y de las piezas ya sigue la carrera para lograr subir el calor el mas que se pueda. Esa parte es bien complicada y requiere de mucha leña de quemado rápido muy seca y saber muy bien manejar el fuego, el aire y la brasa para que nunca baje la temperatura. En alguna ocasión que queríamos llegar a mil grados Celsius utilizamos este ventilador. Logramos llegar a los mil grados, pero fue demasiado difícil. Normalmente llegamos a los 900 grados Celsius. Con quema de leña es lo normal.

Y después viene la alegría de sacar las piezas recién quemaditas…Es como un baúl de reglalos!!!